El dueño de un caniche, que vive en Ituzaingó, lo llevó a una veterinaria por una herida que tenía el perrito. El local se llama ADAP24hs. y está ubicado en la Av. Hipólito Yrigoyen 921, esquina Belgrano, de Morón, y se especializaba, como dice en su vidriera, en pequeños animales, pero no realiza baños ni corte de pelo. La historia ya se........ SIGUE >....... ponía tensa, cuando retiran al perrito, y le descubren que en la herida le habían dado un punto. Muy pronto, se pone mal, y pese a los intentos de reanimación, el animalito murió. Presos del dolor, y desesperados, el hombre, Cristian Sosa, y su mujer, Gladys, que es abogada, retornaron a la veterinaria en busca de explicaciones de parte del veterinario, Claudio Burgarella. Seguramente, porque no se conoce con exactitud, no hubo buenos términos de las partes. Lo cierto es que Sosa, junto a su mujer, reaccionaron y el hombre golpeó violentamente al veterinario hasta dejarlo semi-inconsciente. Como resultado de este incidente, el veterinario terminó internado en terapia intensiva en el Instituto de Haedo, y el dueño del perrito fallecido, aprehendido por la policía, con la acusación de haber ocasionado lesiones, no estableciéndose aún, si fueron leves o graves. A la noche, el profesional veterinario, tras habérsele realizado algunas tomografías, ya había sido dado de alta. Mientras, al caniche se le realizaría una autopsia para tratar de determinar las causas de su fallecimiento, lo que resultaría esclarecedor, sobre responsabilidades.
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