La gente que vive en situación de calle es un problema, que, a través de los años, viene en marcado aumento, por la difícil situación económica, tal cual lo marcan los números estadísticos. Sin embargo, esa misma gente, no es un número, son personas, que......... sigue >, por cosas de la vida, deben pasar por esa situación de indigencia extrema. El tema es que, en el último año, esa situación se ha agravado muchísimo. La pandemia, colaboró con eso, también. El Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, junto a la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, llevaron adelante el censo anual de personas en situación de calle en todo el territorio porteño, y el resultado fue que hay 2.573 (organizaciones aseguran que son muchos mas) personas en situación de calle, lo que significa un aumento del 48% respecto al censo de 2019 (en 2020 no se hizo por la cuarentena). Esto se repite, seguramente, en cualquier otro Municipio del conurbano, donde pueden darse los mismos números, o peores incluso. Tampoco es necesario, recurrir a un censo ni a estadísticas, ni a números, para comprobarlo con dolor, y ver la realidad, que no es otra, que la difícil situación de gente en situación de calle se incrementa, y cada vez es mayor el número de personas desamparadas. Todo esto, tiene sus causas, obviamente, y están claras, según lo puede demostrar cualquier investigación, al respecto, que se lleve a cabo. Esas causas consisten en, primer lugar, un problema, ostensiblemente agravado en este último año, y es : la falta de trabajo, o la pérdida de empleo. A esto, bien, se lo podría relacionar con la falta de acceso a una vivienda (generalmente, porque no tienen la plata para pagar un alquiler). Otra causa, puede radicar en algún conflicto familiar, que deriva en separaciones, por ejemplo, para generar luego, muy probablemente, un estado de abandono personal. Dentro de ese panorama, se reconoce, también, que hay un porcentaje de esa gente que vive en la calle, que eligen vivir así, porque no se adaptan a los paradores. La situación se torna bastante mas dramática, lógicamente, con la llegada del invierno, y las temperaturas bajas, que hacen estragos con quienes no tienen un lugar donde dormir, ni que comer. Hacerles llegar asistencia, abrigos o un plato de comida, es un tema que preocupa a las autoridades de las distintas zonas, donde radica esa gente. Sin embargo, nunca alcanza, y en estos últimos meses, el aumento de casos de gente en situación de calle, dificulta cualquier procedimiento.
Asistencia del estado : Los Municipios suelen, para esta época, organizar operativos anti-frío. En Morón, por ejemplo, durante los meses más fríos, se lleva adelante un trabajo integral con el "Operativo Abrigar" para asistir a las personas en situación de calle. Informa el Municipio, que eso lo complementa con la Casa Comunal y recorridas que se realizan todo el año. En este operativo, se entregan viandas calientes, frazadas, ropa, elementos de higiene personal, todo bajo un control médico general.Sin embargo, todo eso está lejos de ser suficiente. Es por ese motivo, que suman su esfuerzo distintas ONG, que intentan, al menos aliviar la situación, repartiendo comida. Es el caso de la asociación civil “Unidos con Propósito”, que tiene su sede en Bartolomé Mitre al 1400 de Morón, donde los voluntarios preparan la comida que luego repartirán a la gente en situación de calle. Claro, cada vez cuesta mas satisfacer esa necesida, ya que, según ellos mismos, antes asistían alrededor de unas 30, 40 personas, pero desde hace un año, ese número se multiplicó.
Un caso dramático en Morón : Un grupo de ellos, se acercaron frente a la estación de Morón, como lo hacen todas las noches, El viernes, la gente era mucha (cada vez se junta mas) y la fila, ya daba vuelta a la esquina. Para informar sobre tan cruda realidad, los canales de TV, con móviles fueron a cubrir en la semana el lugar donde se reparte comida en el centro de Morón. Un hombre de 58 años. No es jubilado y no recibe planes. Se llama Juan, y era chofer de colectivo por 20 años (un accidente le impidió seguir trabajando), hoy está desamparado, lo sufre, y siente mucha impotencia. Fue asi, que al hablar, se quebró, y rompió en llanto, en el momento de quedarse sin una vianda (al rato, uno de los asistentes, le consiguió algo mas). Sus quebradas palabras conmovieron : "Laburé toda mi vida y así terminé", dijo al periodista de la señal de noticias TN. Tanto desconsuelo causó esa situación, en vivo por TV, que se viralizó rápidamente por las redes sociales.
El duro testimonio del periodista : El canal TN envió unmóvil a cargo del periodista Gustavo Tubio, quien describió esa experiencia personal, con desconsuelo, angustia y dolor. El periodista, que, obviamente, fue testigo directo al ser el encargado de cubrir la nota, lo describió, con mucha crudeza de esta manera : "No hay palabras para describir lo que uno siente cuando ve a una persona llorar por hambre. Es desgarrador pero, sobre todo, es incomprensible que esto ocurra en este país. Es intolerable, y es indignante que los responsables de solucionar esto miren para otro lado.Hoy nuestra gente llora de hambre y en esta época, además, tiembla de frío. En la plaza de la estación de trenes de Morón, como en tantos otros lados, un grupo de vecinos solidarios da de comer a gente que está en las calles, que perdió todo, o casi todo, y que ese plato con arroz con pollo, que recibe a las 20:30, es, quizás, el único alimento del día. La cola para recibirlo da vuelta la manzana. Ahí hay adultos mayores, hay chicos, hay madres, hay gente que hace años está en situación de calle y hay clase media que no le alcanza para pagar sus deudas y pide comida porque no la puede comprar. Cuando se rasca hasta el último grano de arroz de la olla todavía hay gente esperando comer. Panzas con hambre que se van a ir igual que cuando llegaron.Juan pide disculpas por sus lágrimas y llora de impotencia, maldice su destino, y se va mascullando broncas. Juan se pierde por las calles de Morón y, con hambre, va a buscar un lugar donde dormir sin molestar. Solo tiene unos cartones para taparse. Mañana será sábado, pero para Juan todos los días son iguales. Ya perdió el sentido del tiempo, usa barbijo sucio y mal colocado. Está solo frente a todo". Un testimonio realmente conmovedor.
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