Casi se queda sin nada Morón. Estuvo a tan solo minuto y medio de que se plasmara una injusticia gigantesca. Pero el gol de Coronel en tiempo de descuento, al menos, puso las cosas en un lugar mas justo. El Gallo había sido ampliamente superior en, por lo menos, 80 de los 90 minutos, y sin embargo casi pierde. Enfrentó a un flojísimo .......... SIGUE > equipo de Nueva Chicago, que por algo está peleando los últimos puestos con un riesgo de descenso que no puede sacarse de encima. Pero sin embargo, Morón no lo pudo aprovechar con otro triunfo, que de haberse concretado lo hubiera puesto ya en la misma línea de los equipos que están clasificando para el reducido. Mas allá de los merecimientos del Gallo para quedarse con el partido, la labor del equipo, en general, no tuvo una buena tarde, porque sino, otra hubiera sido la historia, y la positiva serie de tres triunfos consecutivos, se hubiera convertido asombrosamente en cuatro. Morón está a tan solo 2 puntos del reducido, aunque en el medio hay muchos equipos peleando, y no será sencillo. Mientras, Chicago seguirá ahí, con el descenso golpeando a su puerta.
El partido : Desde un principio, Morón siempre dio la sensación de ser mas equipo, aunque el dominio se alternara. Su rival de Mataderos fue tan solo un conjunto de jugadores, en su mayoría juveniles, con mucha voluntad y que redobló esfuerzos en pelear cada pelota, pero evidentemente, Morón mostraba tener jugadores con mayor peso y desequilibrio. Por eso, el Gallo en esa primera mitad había tenido tres o cuatro situaciones netas para marcar (el arquero local Taborda se convirtió en figura) contra ninguna de Chicago. Levato fue el mas incisivo, pero le faltó compañía. Sin embargo, en la última jugada de esa primera mitad, un descuido y error defensivo de la defensa del Gallo, permitió a que Chicago marcara en su primera llegada. Injusto el resultado parcial, pero castigo para un equipo que no supo concretar lo que tuvo a disposición, y tuvo varios jugadores lejos de su nivel (Salega, Schoenfeld, Ramos). En la segunda mitad el partido se dio diferente, ya que Chicago, consciente de sus limitaciones y carencias, apostó a defender esa ventaja que le había caído del cielo. Morón, así, usfructuó campo y pelota, pero le costó doblegar a una defensa que multiplicaba piernas para alejar peligros. Y cuando no, su arquero siguió siendo figura para tapar las claras que podía tener el Gallo (sobre todo, un tiro de Gastón González). Así fueron pasando los minutos, con algún que otro peligro que podía arrimar Morón, y nada de Chicago en materia ofensiva, solo defenderse. Hasta que vinieron los cambios, y allí estaría la clave del empate. No porque cambiara tanto el juego (aunque Bayk entró muy bien y desbordó varias veces), sino porque ingresó Coronel (incomprensible su ausencia en varios partidos), y se sabe, el de Vélez le entra muy bien a la pelota. Llegó ese tiro libre en la puerta del área, y Coronel se encargó al fin, de doblegar al arquero Taborda, y hacer callar y amargar a todo el estadio que estaba colmado por los hinchas del torito. Morón, merecedor del triunfo por lo hecho en la cancha (pese a no tener una gran tarde), se pudo traer al menos un punto, que por la forma y el momento que se logró, se festejó, por no caer en un clásico de visitante.
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