Premio a la voluntad : El Gallo no había llegado a este partido de la mejor forma. Un equipo armado un tanto de apuro, debido a las seis bajas que entre covid positivo y desafectado tuvo que soportar este plantel a inicio de esta misma semana. Mas allá de las bajas que no podrían ser tenidos en cuenta para este partido, también era una gran incógnita, si el....... SIGUE >>>> equipo, los que jugarían se verían afectados anímicamente. Pero Morón, el equipo, estos jugadores, dieron todo, y si bien no jugaron un buen partido, porque no lo jugaron, si, tuvieron entereza, voluntad, y siempre confiaron en sus fuerzas. Eso les permitió llegar a estar arriba en el marcador, ir ganándolo, después soportar la igualdad, y finalmente, golpear en el momento justo, cuando el partido acababa. Premio a esa disposición para enfrentar un encuentro difícil, clave en esta instancia, contra todas esas dificultades, y quienes no confiaban en ellos, y apostaban, quizás, a que no podría superar esta instancia. Lo cierto es que Morón, ya espera por Riestra, y la confianza está muy alta como para seguir en este corto y difícil camino hacia el segundo ascenso.
El partido : No fue un buen partido, de ninguno de los dos. Muy parejos, se repartieron todo : errores, carencias, tiempos de dominio, situaciones favorables, y algunos aciertos. Tras un comienzo muy trabado, con mucha precaución de parte de los dos, y jugadas sin puntada final. Sin embargo Morón, pasó a ganarlo, con una peinada de Villalba, y a partir de allí, parecía que el equipo se afirmaba mejor. En la segunda etapa, lo iba llevando muy bien, con mucho toque de pelota, aunque sin profundidad, y no sufría, ya que no se veía asediado por un Dálmine, bastante desconcertado. Pero vino el empate, en una jugada de pelota parada, y un descuido defensivo. Eso lo hizo volver a transitar esa paridad que había marcado la mayor parte del primer tiempo, y vinieron los cambios, varios, de ambos lados, que dejaron al partido en un ida y vuelta desordenado, pero Morón tuvo el gran acierto final. Un tiro fulminante de Damián obligó al arquero a una atajada fenomenal, y ganó un córner, en la última del partido. Y allí, vino el estupendo cabezaso de Iván Alvarez, que sacudió la red, y el festejo enloquecido de todo Morón, que supo pegar el golpe de knock-out cuando ya no había mas tiempo, y esperaban los penales. Ahora, espera Riestra, y a priori, sería un rival accesible...... se verá, el sueño del Gallo quiere seguir hasta el final.
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