Con su sorprendente triunfo en San Juan Morón está pisando la clasificación al reducido y hasta puede empezar a soñar con alguna posibilidad por el campeonato y ascenso directo también

Victoria superlativa la del Gallo en San Juan. Un triunfo que vino acompañado de una de esas actuaciones que uno puede recordar por mucho tiempo, y poder catalogar como inmejorable, casi perfecta. Morón sigue muy derecho, y en alza. Y promete mas. Un gran nivel en casi todos sus jugadores, con Alvarenga, y Gissi, los mejores, en lo mas alto. Para el Gallo, los primeros puestos ya están a la vista, y soñar no cuesta nada.

Un asombroso Morón hemos visto en San Juan. El equipo se mostró con mucha confianza, seguro de si mismo, y con un aplomo y soltura que llamó la atención, y redondeó la mejor actuación del Gallo en mucho tiempo. Por el contrario, enfrente tuvo un rival, que, quizás empujado por esa labor sobresaliente de Morón, mostró la otra cara : desorientado, y perdido en la cancha. En un estadio vacío, al jugarse a puertas cerradas por la pandemia del coronavirus, Morón hizo gala de una tarea intachable. Ya desde el inicio del partido, San Martín no pudo encontrar respuestas, y Morón, muy motivado, fue lo opuesto, firme y seguro, daba la sensación de poder abrir el marcador en cualquier momento. Y así fue, llegó ese merecido gol con un tiro justo y fortísmo de Alvarenga desde fuera del área que sorprendió al arquero Ardente y puso arriba al Gallo. Morón no se conformó, y siguió golpeando, y tratando de aprovechar el momento de desconcierto que vivían los sanjuaninos. Así, tuvos dos ocasiones netas de gol, que pudieron aumentar la cuenta, pero Ardente, esta vez, pudo ahogar esa seguidilla de chances del Gallo. En el complemento, poco varió el trámite, y el Verdinegro no mostró reacción, manteniendo Morón la supremacía en el juego. Destacada la defensa que no mostró fallas, y muy bien Lillo, Glaby, Alvarenga, y Villalba y Gissi (una vez mas) arriba. Sintetizando, todo el equipo jugó de manera destacable.Por eso, no extrañó que Morón tuviera dos llegadas profundas ante de anotar el segundo y decisivo gol. Fue a los 41 minutos, cuando Alonso capturó un rebote y con un remate muy certero, dejó parado al arquero, y definió el partido. Incluso, hasta pudo llegar el tercero, pero un defensor la pudo sacar en la línea. Triunfo de visitante, ante un difícil rival, es para festejar, pero como jugó el equipo, es para festejar e ilusionarse. Morón viene muy derecho, acecha a los de arriba, y para no desechar, hay que pensar y sostener, que, sobre todo en el fútbol, todo puede pasar.