EL EMPATE EN EL CLASICO ENTRE MORON Y BROWN FUE JUSTO. EL GALLO TIENE MUCHOS MAS MOTIVOS PARA ESTAR CONFORME QUE LOS DE CASANOVA QUE QUEDARON MUDOS. PESE A NO JUGAR BIEN Y CON UN ARBITRO EN CONTRA MORON LO PODIA HABER GANADO CON MAYOR DECISION OFENSIVA

Era un clásico , que esta vez, se jugaba entre dos necesitados, que necesitaban obtener lo que tanto les costó hacer, hasta aquí, en el campeontao : sumar de a tres. Sin embargo, con 11 partidos sin ganar, y por una cuestión lógica por ser local, Almirante estaba mas obligado. Ambos equipos, hasta aquí han tenido un .......... SIGUE > torneo muy discreto. Almirante, con un buen comienzo, que se derrumbó rápidamente, entró en una pronunciada caída, y una racha negra que aún perdura, con 12 partidos sin poder ganar. Esto, ya había generado hace un par de fechas, la ida del D.T. Fabián Nardozza. A Morón no le fue mucho mejor a lo largo del torneo, pero lo suyo, fue algo mas parejo, ya que alternó empates y derrotas, en mayor medida, con algún que otro triunfo.

Al Gallo le costó mucho encontrar un buen rendimiento, sufriendo por todo eso, algo nada recomendable : tres cambios de técnicos en tan solo 16 fechas. Por esas flojas campañas, hoy, los dos, parecen tener el modesto objetivo de tan solo rescatar puntos como sea.

El partido : Aparentemente, Morón tenía pensado otro partido, al menos, desde un comienzo. Porque el equipo, que pareció sorprendido, era rebalsado por un Almirante Brown, que, sin grandes virtudes, superaba y tenía contra las cuerdas a un Gallo, que lucía perdido en la cancha. Brown dominaba las acciones con claridad, beneficiado por las grandes dificultades que tenía Morón para hacer pie, y mostraba desconexión entre sus líneas. Pasada la media hora, o por un mejor reacomodamiento del Gallo, o porque el local fue perdiendo intensidad y movilidad. Lo cierto es que el partido fue mas parejo, aunque Morón, con un Coronel muy retrasado y con los puntas, Levato y Zárate, sin recibir juego coordinado, no encontró los caminos como para inquietar seriamente al arquero de la fragata. En la segunda mitad, Morón supo aprovechar mejor el quedo de Almirante, que, con los cambios, pareció retrasarse, y entrar en una caída mas pronunciada aún. Morón, sin grandes luces, no obstante, arrimó mas peligro al arco local, y al menos, por dominio e intenciones, merecía ya el empate. Un empate que llegó a la media hora de la segunda mitad, tras un aprovechamiento de Broggi, que sin ser marcado, anotó con un cabezaso pefecto. A partir de ahí, Almirante intentó retomar, aunque sin fuerza ni ideas, lo hecho en la primera mitad. No lo logró, porque el partido, que ya no había sido bueno, entró en un caos, debido a que Morón, también, se mostró conforme con el empate, y muy poco mas intentó, sobre todo tras la expulsión injusta de Bayk. Así, ambos, envueltos en una lucha desenfrenada, con peleas, discusiones, y revoleo del balón, llegaron al final, con un empate, que conformó mucho mas al Gallo, tanto, que, tanto sus jugadores, como sus hinchas, lo festejaron como un buen resultado.