martes, 24 de enero de 2017

Ante la feroz y repudiable agresión a un chofer de la línea 216 se decidió y se levantó un apresurado paro en 4 líneas de colectivos. Los agresores : detenidos

Primera foto : las paradas sin los colectivos que estaban de paro, y gente, sin conocerlo, esperando infructuosamente. En la foto del medio, el chofer, que fue cobarde y violentamente agredido. La línea 269 fue una de las cuatro que estuvieron de paro. Hace mucho tiempo que se pide, en casos como este, se piense mas en la gente, en el usuario, y se busquen otras alternativas para implementar las medidas de fuerza que no es lo que se cuestiona.


LA FEROZ AGRESION : Ocurrió aproximadamente a las 7.30 de la mañana. Todo se originó cuando a la altura de Castelar, dos muchachos subieron al colectivo de la línea 269, y no poseían la tarjeta SUBE, lo que se tradujo en discusiones con el chofer, quien se negaba a llevarlos. Fue ahí, y pese a que que un hombre se ofreció a pagar con su tarjeta el viaje de los dos muchachos, que se encontraban alcoholizados o drogados, que se produce la feroz agresión a puñetazos, al chofer, que se llamaría  Adrián Arancibia, y culminó con serias lesiones, por lo que resultó internado. A la hora del hecho, ya se decidió un paro que incluía a la línea citada, la 269, que tiene su cabecera en Morón, y pertenece a la empresa 216 SAT. A estas se le sumaron las otras que también tienen su cabecera en Morón norte, que son : 166, 395 y 441. No sucedió lo mismo, con las otras de la misma empresa, pero que tienen cabecera en Morón sur, y que tienen como destino, en su gran mayoría, localidades de La Matanza, como Rafael Castillo, Laferrere y González Catán. Al conocerse que el accionar de la Policía fue rápido, y que los dos sujetos ya estaban detenidos, se decidió levantar la medida de fuerza en horas del mediodía. Intervino la fiscalía 7 del Departamento Judicial de Morón, a cargo de Matías Rapazzo, quien ya caratuló la causa como lesiones graves.
EL PARO Y SUS EFECTOS : En el título, si bien se condena esta y toda agresión que pudiera ocurrir, además de solidarizarse, con las víctimas de la violencia, y pedir y desear que la Justicia actúe como corresponda, con la dureza que sea necesaria, cabría, si, una reflexión sobre un cierto apresuramiento en tomar la medida de fuerza. Esto, que viene siendo motivo de debate desde hace años, trae mucha polémica. Pero lo que se pide es que, se tome la medida de fuerza si se justifica, que se haga el paro que corresponda, pero que, al menos, la medida se tome al otro día, brindando el tiempo suficiente al usuario, a la gente que pueda enterarse, que pueda tomar sus precauciones, al ser avisados. Porque hay que pensar en la gente, en los eternos perjudicados, en los miles de personas, que están infructuosamente esperando el colectivo en los cientos de paradas que se distribuyen en los barrios, a través de los recorridos de las líneas involucradas. Se sabe que sería imposible avisar o comunicar la medida de fuerza en todas las paradas de los barrios, no así en las terminales, que con un cartel, avisando el día anterior, se podría comunicar totalmente de la medida al usuario, y se evitaría enormes contratiempos y disgustos de la gente, que se ve sorprendida con algo que desconoce y le puede afectar y llevar horas, el poder decidir otra alternativa. Claro, eso sería, en un país con sentido común, algo que aquí escasea bastante.

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