Secuestro virtual en Castelar : el empresario Juancho Pisano pagó U$S 50.000. Le hicieron creer que tenían a su hijo secuestrado

El matrimonio sorprendido con un secuestro virtual.
Una de las sucursales comerciales del empresario.

Juan José Pisano es un empresario muy conocido en la zona Oeste : es el dueño de una de las principales cadenas de pinturerías de la zona, y fue  ex-candidato a intendente de Morón, y Concejal del mismo distrito. A los 79 años pasó por una situación de mucha tensión y zozobra, ocasionada por un lógico temor y pánico, que lo hicieron actuar con ingenuidad. Ese día, a las 6 de la mañana, Pisano estaba en su casa de Castelar, con su esposa, y recibió una llamada. Le dijeron que tenían cautivo y habían secuestrado a su hijo. Los falsos secuestradores le hicieron escuchar una voz, que se hizo pasar por la de su hijo Francisco Pisano, uno de los tres hijos del matrimonio. Esa voz, entrecortada, llorando, y hablando raro lo hicieron caer en la trampa a Juancho Pisano. Los falsos secuestradores les pidieron 100.000 dólares, pero como no contaban con esa cantidad en ese momento, juntó lo que pudo en efectivo y algunas joyas, para realizar el pago en Castelar. Pero los delincuentes pretendían mas, y le exigieron un segundo pago. Pisano, entonces, fue al banco a retirar mas dinero, y completó un pago superior, unos U$S 50.000. lo que tampoco conformó a los delincuentes, alertados que todavía podían obtener mas dinero. Fue así que Pisano se volvió a dirigir a la sucursal bancaria, para hacer un nuevo retiro, pero esto llamó la atención de la gerenta del banco, quien al preguntar sobre lo que para ella era extraño, recibió por respuesta que habían secuestrado al hijo. La Gerenta del banco, entonces,llamó al hijo de Pisano, para constatar si eso era real, y Francisco respondió, estaba bien, y en su lugar de trabajo. Recién ahí reaccionó el empresario de 79 años, que había sido víctima de un secuestro virtual, y se dirigió a radicar la denuncia. Una historia mas de secuestro virtual, que las víctimas, al entrar en un estado de pánico, actúan con extrema ingenuidad.