Mucha expectativa para tan poco. Esto muy bien podría definir, resumiendo, lo visto en el debut del Gallito. Es así, había una gran expectativa por ver en acción oficialmente al equipo de Walter Otta. Los buenos resultados de la pre-temporada, y algunas incorporaciones, habían despertado en el hincha, una ansiedad positiva. Pero, lamentablemente, tras los 80 minutos jugados, por la insuficiente energía, y las deficiencias eléctricas, el equipo nunca alcanzó un accionar que despertara en la gente optimismo.
Uno que sabe de verdad y lo debe demostrar definitivamente : Gerardo Martínez. Hubo momentos de asedio por parte del Gallo. La luz se cortaba, y la gente alentaba. FOTOS : Fabián Acuña |
Igualmente, se sabe, es el primer partido, y ningún juicio puede ser definitivo. Simplemente es un análisis de como va asomando el funcionamiento del equipo en apenas tan solo un partido. Una primer etapa para nada buena, con un Gallo mejor en los primeros minutos, pero que prontamente fue perdiendo protagonismo y lucimiento. Riestra le tomó la mano al partido muy prontamente, y hasta tuvo en un mano a mano, la situación mas clara. Morón estuvo muy apagado (como adelanto de lo que sucedería minutos mas tardes), y tan solo se podría rescatar algún encuentro entre Gerardo Martínez y Rodrigo Díaz. En el segundo tiempo, las acciones no serían muy diferentes del primero, al menos, en los minutos iniciales, hasta el primer corte de luz. Porque, reiniciado el juego, pareció que el Gallo se acordó que era local, y que ganar y no otra cosa es lo que querían sus hinchas que habían dado un espectáculo aparte cuando el corte de luz, alentando y alumbrando. Y así, en momentos que Morón insistía cada vez mas, y se posicionaba mas arriba, arrinconando un poco a un Riestra, ya encerrado contra su arco, llegó el corte de luz definitivo, y la noche dijo basta por hoy. Quedaron 10 minutos que podrán servir para ganar el partido, pero no para decir que se jugó bien. Veremos en la próxima.