Otra noche negra, parecida a la de Patronato, en la que Morón pierde tres puntos importantes, y termina pagando muy caro errores propios y errores (o no tan errores) de los árbitros. La diferencia fue que en esta oportunidad, su labor fue mas ............ SIGUE > deslucida que la de Paraná. Lo cierto es que en esta zona del campeonato de la Primera Nacional todo es tan, pero tan parejo y cambiante, que mientras Morón ganaba (y empataba Brown), el Gallo llegaba a la punta. En el segundo tiempo, pasados unos minutos, y con el cambio de los resultados de los dos partidos, ya que Morón pasó a perderlo y Brown lo ganó agónicamente una vez mas (dos penales no le dieron a Defensores), ahora el Gallo quedó cuarto, y a 5 puntos del Brown que volvió a alejarse. Se volvió a complicar el panorama, si el objetivo es la punta. Habría que ganar prácticamente todo lo que queda, con quizás algún empate en el medio, y esperar que los que hoy lo superan, pierdan puntos, algo no muy difícil. En el caso de los tucumanos de San Martín, Morón cuenta, en teoría, con la ventaja de recibirlo en Morón. Agropecuario pierde seguido cada vez que es visitante, y Almirante, si no mejora, y no es ayudado, también no es tan difícil que pierda puntos en el camino. O sea, que hay que seguir confiando, y aguardar que la diosa fortuna, también le de una manito al Gallo.
Injustificadas críticas : Este comentario es, en forma personal, lo que me transmite leer las redes sociales luego de cada partido. Cada vez se hace mas difícil entender o comprender al hincha. Por supuesto, no todos, pero si, la mayoría. Cuesta creer, que tras haberle ganado a Almirante Brown en Casanova, y dar vuelta un partido sumamente difícil con Defensores, que se llegue a realizar otra vez críticas despiadadas contra el equipo, los jugadores, no salvándose prácticamente nadie. Seamos sinceros, Morón jugó mal, y de los jugadores, prácticamente ninguno tuvo una labor acertada, pero criticarlos como se los critica, y en algunos casos, se los insulta, de ninguna manera, se justifica. Así, ningún equipo podrá salir Campeón, porque de esa manera el hincha crea un clima de enfrentamiento, y de distanciamiento nocivo. En los triunfos, todos felices, y allí, los jugadores pareciera que estuvieran todos para jugar en la Selección Nacional, pero si a la siguiente fecha, se pierde : porque no se van todos, que no hay huevos, que van para atrás, y que se yo cuantas cosas mas. Solamente, confiando, apoyando, alentando se sale de los momentos difíciles, y eso el hincha debe entenderlo, y no perderlo de vista, como sucede cada vez que el equipo pierde. Cuando el torneo finalice, allí si, y de acuerdo a un balance de lo que fue todo el torneo, cada uno puede hacer la evaluación que mejor considere.
El partido : Tras un comienzo parejo, con ninguno de los dos equipos a animarse demasiado, Morón fue volcando la balanza a su favor, merced a un mejor control de pelota y traslado mas seguro. Faltaba ser algo mas punzante, y lo logró a los 26 minutos con una perfecta definición de Ramos ante la salida del arquero, y tras ser habilitado inmejorablemente por Orosco. Después de unos minutos que tardó en asimilar el golpe, el local se fue volcando cada vez mas insistentemente hacia el arco defendido por Galván, que respondió muy eficazmente en un par de ocasiones. En el segundo tiempo, todo cambiaría, y Estudiantes se fue arriba con mas fuerza y decisión, aprovechando que Morón no lograba acertar en las contras, y en el medio se hacía mas difícil contener el aluvión celeste. Todo eso, con un condimento extra, pues el árbitro, que se mostró muy riguroso con los jugadores de Morón, que ante faltas comunes, sacaba la amarilla una tras otra (ocho en total), colaboraba para que ese dominio se hiciera mas abrumador. Hasta que sus desaciertos se hicieron mas perjudiciales con el Gallo, decretando la expulsión de Ramos, por un simple empujoncito en el hombro de un rival, que iba a toda carrera y por eso, cayó ampulosamente. Morón, agravado por esa expulsión, cada vez hacía menos pie, y llegó así el empate, a los pocos minutos, y a 10 del final, el penal (pelota llovida en el área y sin ninguna necesidad Kubiszyn puso la mano). Todo se dio vuelta, y de ahí al final, todo muy cortado, entre protestas, simulaciones y un árbitro que, para redondear su pésima labor, dio solamente 4 minutos de descuento, cuando, claramente, lo mínimo debieron haber sido entre 8 y 10 minutos. Otra noche negra, por distintas cosas y diferentes motivos, pero el sol puede volver a salir para Morón, y seguro saldrá una vez mas.
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