Un gran retroceso lo de este partido. Cuando todos esperaban que el equipo pudiera seguir en la senda del triunfo, y a la vez, mejorar su juego, nada de eso pasó. Habíamos dicho en el comentario de la previa, y expresado el deseo : "que sea una tarde redonda, tanto en el resultado (sobre todo), como en la forma que lo logre". El ........ SIGUE > resultado, pésimo, perdió y de local. Y la forma que, en el supuesto, hubiera llegado, estuvo entre lo peorcito que mostró el equipo hasta aquí. Comparable al partido con Chacarita, de local, ya que en 90 minutos, no creó situaciones de gol : igual, calcado. Aunque, si, en este caso, ante Estudiantes, cabe, no una excusa, pero si, quizás, un atenuante, fue la muy mala tarea de un árbitro, excedido en su dureza para con Morón, que hechó dos jugadores del Gallo, por faltas, a nuestro entender, que no justificaban una expulsión. Además, en las divididas, siempre cobró a favor de la visita. Esto, Morón lo viene padeciendo hace rato, y parece que nada se hace para que algo cambien, al menos. Lo cierto, es que la gente terminó con mucha bronca. y ya no hay muchas mas chances para que el D.T. Orfila continúe al frente del equipo, quizás, una mas, el próximo con Atlanta, que de no sacar un buen resultado, será imposible que Orfila sotenga su cargo al frente del equipo.
El partido : Un equipo, que, justamente, en la cancha, lo que menos pareció, este domingo, fue eso : un equipo. Morón no logra crear jugadas asociadas, y los pases mal dados, la falta de ideas, jugadas que se frustran al segundo o tercer pase, hacen que se vea un funcionamiento nulo como equipo, plagado de errores. En el transcurso del torneo, hace 9 fechas, Morón tuvo muy pocos partidos, que se pueden rescatar. Quizás, el partido en Tucumán ( para nosotros, el mejor), o el de Brown en Adrogué (debió ganarlo), o el segundo tiempo con Rafaela. Muy poco, para las expectativas de Morón. Si, también es cierto, que nunca, en ninguno de los 9 partidos, Morón fue superado claramente, cosa rara, para un nivel tan pobre. El partido con Estudiantes, en esa primera mitad, fue característico de esos partidos, que un equipo quiere, pero no puede, porque nunca Morón, pudo concretar jugadas ofensivas con algún criterio, y todo se diluye en inocentes centros, que los defensores rechazan con total comodidad. La clave, puede estar en el medio, porque ?, porque Lillo solo no puede, Gastón González no puede recobrar su nivel, Sayavedra no aparece nunca, y Schoenfeld, no pesa ni desequilibra. De ahí, que los de arriba, poco pueden hacer, pese a la voluntad de un Levato, que sigue siendo de los mas rescatables. En definitiva, estamos ante un partido de un equipo, que ante Atlanta (rival de gran paternidad histórica con el Gallo), puede llegar a generar el fin de un ciclo en la conducción técnica, de no ser que pueda sorprender con una labor de esas, que se está esperando desde la mismísima primera fecha del torneo. Es lo único que pueda revertir el mal clima, ocasionado por la bronca y las críticas de los hinchas, aunque, en algunos casos, habría que reconocer que no ayudan, perjudican, ya que son exageradas y despiadadas.
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