MORON MEJORO ALGO PERO NO LE ALCANZO PARA GANARLE A LOS SANJUANINOS EN CASA Y SE DECIDIO QUE EL CRITICADO Y RECHAZADO CICLO DE ORFILA AL FRENTE DEL EQUIPO LLEGARA A SU FIN.

Como llegó a esto : El Gallo venía arrastrando actuaciones que no convencían, desde la primer fecha, en el mismo inicio del torneo. Tuvo pasajes en algunos partidos, que permitieron a algunos, confiar, en que quizás era cuestión de tiempo, con el pasar de las fechas, alcanzar el ........... SIGUE >funcionamiento deseado. Con San Martín en Tucumán redondeó un partido muy aceptable. Con Brown, en Adrogué jugó, quizás, su mejor partido, aunque lo perdió, casi increíblemente, se podría decir. Fuera de eso, tan solo, hubo algunos arrestos, breves minutos, en que el equipo, llegó a proponer un juego medianamente asociado. 

La gente de Morón, de muy poca paciencia y rápida exasperación, con una exigencia mayor a la gran mayoría de los clubes de la categoría, no perdonó, y la presión, empeoró las cosas, porque el DT Orfila, muy rápidamente, cedió y perdió sus aparentes convicciones, volcándose a cambios permanentes. Eso, generó una falta de confianza evidente, en jugadores que así como entraban, salían, y que como eran titulares un partido, al otro, eran suplentes.  

Sin abandonar nunca las dudas, costándole mucho cambiar la imagen de pobreza futbolística, y con la extra de arbitrajes que perjudicaron demasiado (por ejemplo, con Chacarita y Brown) llegaron, por fín, un par de triunfos, que trajeron cierta tranquilidad y alguna cuota de esperanza. Pudo haber sido el despegue, pero no, porque volvió a sufrir una nueva derrota como local ante Estudiantes, y eso, ya parecieron demasiadas complicaciones para un equipo que no terminaba de aparecer. 

El partido : Hasta que, así, a los tropezones y con la gente cada vez mas impaciente, se llegó a la fecha 11, tras haber pasado por la fecha límite anterior, que, gracias a un buen empate con Atlanta de visitante, se superó. Pero llegó este partido con los sanjuaninos, a la espera obligada de otro triunfo tranquilizador. Los primeros 20, 25 minutos, fueron auspiciosos, ya que Morón pareció otro equipo. Con mucha movilidad, buen ritmo, y actitud agresiva y punzante, el Gallo hizo méritos para ponerse en ventaja. Sin embargo, las amenazas y aproximaciones peligrosas nos e concretaron, y dejó pasar el momento. A partir de ahí, el partido se acható, y la visita lo aprovechó, para emparejar, y por momentos, prevalecer en el juego. Morón, se desdibujó, y tan solo, con arremetidas intentó torcer el destino, pero el empate en cero, se selló, y renacieron las quejas y silbidos para despedir al equipo. 

Renuncia forzada : La historia, seguiría en los vestuarios, donde la Directiva del club, despidió de su cargo al DT Orfila, o dicho mas levemente, en términos futbolísticos, le solicitó la renuncia. Un poco confusa la ida del técnico, pero con los días, seguramente, se conocerán, mejor, en los términos que Orfila dejó de ser el DT de Morón. Ahora, habrá que esperar que se acierte en la elección del nuevo DT, y ver si lo económico infuirá o no, ya que, obviamente, habría que ver, si el club estaría dispuesto a invertir en un técnico de jerarquía, o si, por el contrario, se decidiría, por una apuesta, y arreglar con algún nombre que no sea costoso. 

Chau Orfila. Bien o mal ? : Si se analizan fríamente, los números de Orfila, muy probablemente, no justifiquen el despido de un DT. Dos ganados, seis empates, y tres derrotas. Pocos goles a favor (6), pero también, pocos goles en contra (6). Desde ya, que buenos no son, pero son tan malos como para echar un técnico ?. Objetivamente, consideramos que no. Es muy raro que un técnico no pueda sobrevivir al frente de un equipo con estos números. Lo que si, puede haber sido el causante de su rechazo (consideramos que exagerado al principio), es la falta de ensamble como equipo, la falta de fútbol, y la falta de ideas ofensivas. Un nivel del equipo que nunca alcanzó el aprobado. Sin embargo, tampoco, el equipo tuvo ninguna de esas actuaciones, que se podría decir, desastrosa, de esas que marcan un antes y un después. Caso raro, este ciclo de Orfila, porque, si bien, quedó demostrado, analizando partido por partido, que nunca fue superado por el rival, en ninguno de los 11 partidos, ni siquiera en las derrotas, que  además. fueron todas por la mínima diferencia. El problema, fue que si bien, nunca fue superado, es verdad, que tampoco, nunca jugó bien, y eso, en Morón, se paga caro.