No se esperaba una actuación tan floja de Morón. Si, se podía esperar una derrota, y hasta jugar mal también, porque no. Pero lo de Morón con Témperley fue mas que nada negativo, porque no se vio de las virtudes que venían distinguiendo a este equipo. Se desordenó en muchos pasajes del partido, muy rara vez encontró las marcas, y hasta pareció un equipo anodino. Todo lo contrario a lo visto en la gran mayoría de los partidos vistos hasta aquí. Siempre se destacó el orden, la solidez, la fuerza y la entrega. Y muy poco y nada de todo eso, se vio en la tarde del sur. Porque errar en los pases, no terminar bien las jugadas, puede ser algo mas normal y hasta habitual, si se quiere, pero no, una actuación así, tan diferente a lo que son sus caracteríticas como equipo. Por eso, la superioridad de Témperley fue clara, y tuvo una tarde de muy buen juego, o le salió todo bien, alguna de las dos. Sin embargo, el Gallo, tuvo sus chances, para quizás, cambiar las cosas, pero en el primer tiempo, una jugada por derecha, que por muy poco no terminó en gol, y otra, en el segundo, que Ramírez desperdició increíblemente, sin arquero. Párrafo aparte para los errores arbitrales que perjudicaron a Morón, un penal que no fue (igual, lo atajó Salvá, brillante), un gol en offside, y una expulsión muy discutible. Poco nada rescatable esta tarde, y esperando que tan solo se trató de una falsa actuación, de una mala tarde, y el equipo ante Platense, vuelva a ser el Morón que conocemos.
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