lunes, 16 de octubre de 2017
Sobre el final Morón se trajo un muy buen punto de Chicago. Cuando el Torito se preparaba para festejar apareció el Bicho Rossi y enmudeció Mataderos
Siempre se suele decir que los clásicos son partidos aparte. Y es verdad. Y que se juegan a morir, a dejar todo, y también es verdad. Este partido entre Morón y Chicago fue así. Muy intenso, jugado con dientes apretados, poniendo todo, con la premisa para el local, de ganarlo, y para el visitante, de no perderlo. Quien se quedó con la premisa cumplida ? : Morón. Asi fue, cuando faltaba muy poco, apenas 6 minutos, el equipo de Walter Otta venía insistiendo desde hacía rato, y lo tenía contra las cuerdas al equipo verdinegro. Pero el marcador seguía favoreciendo al local, era 1 a 0, luego de un golazo de Alexis Vázquez a poco de iniciado el segundo tiempo. Pero cuando la gente de Chicago ya se empezaba a poner nerviosa, porque veía que su equipo no reaccionaba, y Morón se le venía y venía, el Rengo Díaz captura el balón en tres cuartos, se la cede con un toque a Gerardo, y este, mediante un pase magistral deja al Bicho Rossi mano a mano con el arquero local. Este, intenta atorarlo, pero no lo logra, porque Rossi, con un toque justo, define muy bien por sobre su cuerpo. En ese momento enmudece todo Mataderos, y el festejo quedó para mejor ocasión. Antes, hubo un primer tiempo, donde Chicago fue levemente superior, y tuvo las dos mas claras, pese a que Morón también tuvo las suyas. En el segundo tiempo, luego del gol local, el Gallo se adueñó del partido, y si bien, no con claridad, fue el único protagonista del partido. Morón se trae así un muy buen punto, porque lo merecía, y además, por las alternativas del partido, que a poco del final parecía tener dueño, pero el Gallo dijo : que dueño ?, yo saco pecho y me llevo un punto. Y se lo trajo nomas.