La gente está mal, golpeada, y se nota. En la calle, y no solo en la calle, las discusiones muchas veces terminan en agresiones violentas. Seguramente, los problemas económicos que se viven, tras haber pasado por la angustia y el dolor que dejó la pandemia, muchas veces actúan como ........ SIGUE > detonante. Cualquier diferencia es una excusa para descargar esa bronca y frustración que se lleva adentro. Cada vez existe menos calma y sensatez entre la gente, y los hechos que terminan en forma violenta, como los reconocidos "Relatos salvajes" se multiplican. Lo que sucede es que muchas veces esas reacciones violentas ante una discusión, se van potenciando con agresividad, empiezan con amenazas, y después sobreviene en agresión física, cuando debería ser lo contrario, y esos desmanes se terminan conviertiendo, ni mas ni menos que en un delito. Eso puede pasar en una sociedad atrapada por la incertidumbre, con un alto nivel de pesimismo, que no encuentra respuestas adecuadas y que tampoo tiene ejemplos que sumen méritos incuestionables. Lo cierto es que la violencia está instalada, la sociedad esta cada vez mas violenta, y va a costar mucho superarla, cualquier discusión, incidente o enfrentamiento, así, puede terminar de la peor manera, como ya ha ocurrido.
En Grand Bourg : Un hecho de muchísima violencia fue el que se vivió en la localidad de Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas, en las inmediaciones del cruce del ferrocarril. Se generó una discusión de tránsito, que no parecía pasar a mayores, pero si, todo explotó cuando uno de los conductores rompió el espejo retrovisor de una camioneta y por ello, se desató la discusión. El dueño de la camioneta, tras los insultos, se bajó de golpe, con furia, y con un bate y reiterados golpes, destrozó las ventanillas de otro auto. Todo quedó registrado por los testigos.
En el acceso oeste : Tras una discusión de tránsito, provocada por choque leve, como hay tantas y es algo bastante común, en las colas de los peajes. Solo que esta vez, un conductor terminó agrediendo a una mujer, que se había bajado de su camioneta Ford Bronco, para señalarle con enojo la parte trasera chocada de su vehículo al conductor del Volkswagen azul que fue quien la colisionó. Se generó la discusión, y un fuerte intercambio de palabras, hasta que el hombre empujó un par de veces a la mujer, que se defendió. Entonces, allí, el hombre le asestó un golpe de puño en el estómago. Otro de los conductores que presenció la escena, atinó a gritarle al agresor : “Dale, le pegás a una mujer”, recibiendo por respuesta, mas insultos. Tras esto, ambos se marcharon en sus respectivos vehículos.
En José C. Paz : Este hecho fue, por lejos, el mas violento. Tanto, que se registró un muerto, luego de recibir una andanada de golpes, patadas y piedrazos en la cabeza. Todo había comenzado, por una discusión entre un joven que circulaba en moto, y toca al pasar a un hombre, amigo de quien sería el hombre asesinado. Se generó una fuerte discusión, con insultos y amenazas. No pasó mucho tiempo, que desde un kiosco 24 horas que estaba a la vuelta, un numeroso grupo de muchachos, en patota, aparecieron en la estación de servicio, desplazándose con inusitada violencia, rompiendo todo a su paso, y buscando al hombre de la discusión, para agredirlo. Participaron en defensa del hombre agredido, algunos amigos que se encontraban reunidos en una pizzería enfrente, y se generó una batalla campal, donde la patota apeló a todo tipo de elementos contundentes, para golpear y agredir a todo el que se les cruzara. Así, la víctima, Adrián Ramón Bustamante, que se había cruzado, sin intenciones de participar, fue agredido entre varios de una forma brutal, y una vez en el suelo, patadas y piedrazos en la cabeza, lo hirieron de gravedad y permaneció, ya, inconsciente en el suelo. Fue llevado, luego, a un sanatorio de la zona, donde terminó falleciendo al poco tiempo. Increíblemente, a dos días del violentísimo hecho, con un crimen en el medio, no se habían registrado detenciones, pese a que por las cámaras de seguridad se pudo observar todo, pudiéndose identificar claramente a los agresores, y quienes dieron muerte a Adrián Ramón Bustamante, que tenía 48 años, y era casado y padre de un hijo. Una locura en que derivó todo, con una muerte y agresiones salvajes, por un simple discusión entre dos personas.
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