El primer caso : Pasó en Castelar sur. Cuatro delincuentes armados armados y encapuchados sorprendieron en el momento justo cuando sacaba su auto del garaje a un hombre y su hijo de 13 años. Sucedió a......... SIGUE > eso de las 20 horas en el domicilio de la calle Casacuberta al 2700. Los delincuentes, pasaban en el justo momento que el hombre, llamado Pablo maniobraba con su automóvil, para salir a la calle, y ahí mismo rápidamente, bajan para asaltarlo. Apuntados por armas de fuego, fueron obligados a bajar del auto, el y su hijo de 13 años, para entregar todos sus objetos personales. Una vez concretado el robo, y las víctimas reducidas, se dan a la fuga inmediatamente, a toda velocidad, con uno de los ladrones al mando del auto robado, y los otros tres en el que habían llegado al lugar. En ese momento, aunque nada pudo hacer, justo pasaba un colectivo, al que, incluso, los delincuentes tuvieron que esquivar al huir. Las escenas vividas quedaron registradas en una cámara de seguridad de un vecino. Intervino el destacamento Castelar Sur, que depende de la comisaría Morón 3°. El padre, indignado, le dijo a un canal de noticias : "Hablamos con el resto de los padres, para seguir aguantando las clases de fútbol. Pero decimos que cuando tengan 16 o 17 años les pagamos un viaje para que vayan a probarse a España o Italia. No importa que jueguen en un equipo de la B, pero que vivan otra vida, más tranquila”
El segundo caso : A menos de una semana del hecho anterior, en Castelar sur también, otro robo muy similar vivió otro hombre, identificado como Ariel, de 49 años, que llevaba a su hijo menor, a un colegio de la zona. Fue en Giannatasio 3100, entre las calles Ripamonti y Maestra Gaschet en horas tempranas de la mañana. El padre estaba terminando de cerrar el portón de reja, cuando arriban en un coche marca Volkswagen, dos delincuentes, que frenan de golpe, y se bajan velozmente, apuntando con armas, incluso al menor que estaba dentro del auto, y a quien hacen bajar del auto. El chico, muy asustado, incluso, lo hizo levantando las manos también. Inmediatamente, uno de ellos se sube al auto de la víctima, y huyen velozmente en ambos vehículos. Todo sucedió en el lapso de menos de 30 segundos, y a la vista de la esposa del hombre, que, desde adentro, ni siquiera hizo a tiempo de abrir la puerta. Todo el asalto fue registrado por una de las cámaras de seguridad instalada por los vecinos del barrio. El hombre, como consuelo, parece mentira pero es así, tuvo que agadecer que estaban bien. Dijo : “Tenemos que dar gracias a Dios que no pasó nada más”.
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