El alevoso crimen sucedió en el barrio San Carlos de Rafael Castillo, partido de La Matanza. La víctima, Alejandro Cano, un comerciante de 37 años, estaba junto a su esposa y a una bebé de un año, cuando de cuatro balazos fue cruelmente asesinado por delincuentes en medio de un robo en su negocio, la granja "El Pollo", de venta al público, en las calles Hualfin y Soldado Sosa, en la localidad de Rafael Castillo. Los asesinos se hicieron del dinero en efectivo que había en la caja, y los celulares de la víctima y de su esposa. En medio de su huída, efectuaron varios disparos contra Alejandro, quien murió en el lugar con cuatro impactos de bala. Al poco tiempo del hecho, a unas dos cuadras, apareció incendiado el auto Volkswagen Suran, usado en el robo, en un descampado de la zona, conocido como “El Chaperío”. Ese auto, se pudo establecer, también, que había sido robado horas antes en Villa Luzuriaga, localidad que también pertenece a La Matanza. Luego del brutal crimen, muchos vecinos se reunieron frente al negocio de Cano, expresando no solo su dolor, por el asesinato de quien ellos consideraban, un excelente muchacho, sino, también para hacer conocer su bronca, ante la seguidilla de hechos de inseguridad, por los que las autoridades del Municipio de La Matanza demuestran una ineficacia absoluta. Incluso, un grupo de los manifestantes fueron hasta la comisaría más cercana, situada en el mismo barrio de San Carlos, donde continuaron protestando y reclamando airadamente, hasta reunirse con las autoridades policiales, a quienes interpelaron en medio del enojo y bronca general. El hecho es investigado por el fiscal Marcos Borghi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, quien se hizo presente en el lugar del hecho al frente de las primeras diligencias. Posteriormente, en horas de la tarde del jueves 18, la policía de la Provincia de Buenos Aires logró la captura de los malvivientes, y dos de los cuales fueron identificados como “El Choy” y “El Chinito”, ambos mayores de edad, quienes luego de cometer el asesinato escaparon junto a otros dos cómplices que los aguardaban en un auto, y que también fueron detenidos.
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