jueves, 12 de abril de 2018
Sin drama ni tragedia : Morón jugó como venía jugando. Solo que esta vez le tocó perder. Con dos penales discutibles el Gallo perdió bien y dejó ante Quilmes invicto de 12 fechas
A nuestro entender no sirve ni se justifica quejarse y quejarse, ni del arbitraje, ni porque jugó así, ni que la AFA, ni que los penales. Morón perdió un partido, y punto. Además, se sabía, la imperiosa necesidad de su rival, iba a ser un elemento que podía pesar, y pesó en el juego. Morón, si, obvio, también necesitaba ganar este partido. Para despedirse y no preocuparse mas de los promedios del descenso, y para colocarse en buena posición con vistas al reducido. Pero no era la necesidad de un urgentemente necesitado Quilmes, que inclusive, hoy, estaría descendiendo. Por eso, las necesidades eran bien diferentes. El Gallo, por suerte, no tendría que tener ningún problema en tener que pelear descenso alguno, además de contar con buenas chances de poder ingresar al reducido por el segundo ascenso. Ahora si, Morón, al restar tan solo 3 fechas, no se puede distender mas, y está bastante mas obligado a vencer, por ejemplo en su próximo partido de local, cuando reciba a Sarmiento. No perder mas puntos de local, al menos, es la premisa.
El Partido : Con Quilmes, Morón no jugó muy diferente a lo que lo venía haciendo. El Gallo no venía jugando bien. Es como que le falta algo mas, para, o sostener los resultados favorables, o para no caer en situaciones de distracciones. Ese algo mas que le falta, bien puede ser el mal de ausencias, como en este bravo partido ante los cerveceros, le faltaron los tres marcadores centrales que bien pueden ser los titulares...... mucha ventaja. El local, siempre fue mas. Por necesidad se vino arriba y desbordaba a un Morón que de a ratos, no sufría, pero de a ratos, si, y la pasaba mal. El balance final arrojó a un Quilmes que contó con muchas mas situaciones, y siempre fue el que mas apretó, el que mas arriesgó, y el que mas exigió al otro. Los penales, pudieron haber sido, o no, seguún la óptica, pero no fue lo determinante. Morón lo pudo haber empatado, quizás, pero en definitiva, fue un partido perdido, que estaba en las probabilidades, y no hay que hacer drama ni mucho menos. La gran campaña de este equipo, en este torneo y el anterior, no merece críticas sin sentido. Seguramente, como ya lo hicieron anteriormente en unas cuantas otras oportunidades, el equipo de Walter Otta se recompondrá, y cuando esté en plenitud, se encargará de demostrar porque logró todo lo que logró hasta aquí.