la cancha, pero muy mal fuera de ella. Son dos situaciones, dos estados de ánimo, que sin embargo, por suerte no influyen, no impiden que el equipo pueda ganar y siga prendido en la lucha por el ascenso. Las penurias, los problemas que deben pasar los jugadores por el atraso en los sueldos (ya está llegando a los 4 meses) ya llegan a un punto de lo inaceptable, de lo intolerable. Calaron muy fuerte las declaraciones del goleador del campeonato, figura del partido, y el jugador que, con sus dos goles, nos permitió a todos seguir ilusionados. Rossi, pasados apenas unos minutos de haberse consumado una nueva victoria, que trajo alegría y esperanza, dio un panorama de lo mal que la están pasando, de las broncas que, apuntando a los dirigentes, nadie les cumpla, nadie les brinde una solución, y que todo pase solamente por promesas, y que encima nunca se cumplen. Evidentemente, esta dirigencia, no está a la altura de sus responsabilidades, hace gala de una falta de ideas, recursos, y sensatez alarmantes : Deportivo Morón no se merece esto.
UNA GRAN VICTORIA : El triunfo que obtuvo el equipo ante el encumbrado Colegiales, con un jugador menos mas de medio partido, teniéndolo que dar vuelta al encontrarse en desventaja, aportó todo lo positivo de la tarde. Un primer tiempo de ida y vuelta. Los dos buscando el arco de enfrente, la primer alegría fue para la visita, pero que no le duró nada, porque al minuto nomás, el "Bicho" Rossi lo empató, con un gol polémico, por la pelota que no entró del todo, o si ?. Siguió así el partido, a buen ritmo, hasta que cerca del final del primer tiempo, el Gallo se quedaría con 10 por expulsión de Gásperi. A poco de iniciado el segundo, un golazo de cabeza del goleador del Gallo, perforó el arco visitante, y de ahí en mas, la visita se fue arriba con todo en busca del empate, aunque desordenadamente, cosa que facilitó la tarea de Morón, de defender y contragolpear. Ambos tuvieron sus chances, uno para igualarlo, el otro, para aumentar la diferencia, pero todo quedó así, con una tarde feliz para el Gallito. Eso si, feliz, dentro de la cancha, porque fuera, están los que se empecinan en arruinarles esa felicidad.
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