lunes, 1 de febrero de 2016

Para Cambiemos y el oficialismo hay "no renovación de contratos".El Sabbatelismo lo niega y llamó a una marcha que no tuvo ni la repercusión ni la convocatoria esperada

La medida tomada por el Ejecutivo de no renovar "contratos vencidos", fue tomada por la oposición de Nuevo Encuentro, como "despidos". Ahí nació una incipiente polémica, y la medida fue defendida desde Cambiemos firmemente, a la vez, que del lado opuesto, desde Nuevo Encuentro, fue criticada de la misma manera, llegando incluso a convocar a una manifestación el viernes pasado, pero que no contó, para nada, con la cantidad de gente esperada. Y paralelamente, hubo declaraciones, desde uno y otro sector, intentando justificar y aclarar los argumentos y explicaciones expuestas por uno y otro. 



Desde Cambiemos apuntan a la herencia recibida, y así, por ejemplo, argumentan que todavía siquiera pueden tener en claro a cuanto asciende la deuda, ya que la misma se incremente semana a semana. En cuanto a los contratos no renovados, la jefa del bloque de Cambiemos, Analía Zappulla, expresó : “Se ha hecho un trabajo quirúrgico: no se tocó a nadie de planta permanente, como si lo hizo Sabbatella en el año 2000. Hay contratados que están así hace diez años pero hay quienes ni se presentaron a trabajar”.   También, la Concejal aliada de cambiemos, Vanesa Sosa defendió la postura del Gobierno municipal, expresando categóricamente : “desde Nuevo Encuentro hablan de persecución ideológica y se olvidan que a partir del año 2000, y durante todo el gobierno de Sabbatella y de Lucas Ghi los empleados municipales que no militaban ni pensaban como ellos, fueron perseguidos y despedidos sin justificar la causa. Abrieron sumarios administrativos mentirosos, donde armaban causas falaces y con faltas de mérito en las mismas”. Otra voz aliada, pero desde fuera del Concejo, fue la del dirigente de la UCR local, Eduardo Espinoza, quien dijo lo siguiente, para justificar las últimas medidas : "En una nueva auditoria, ahora, surge como frutilla del postre una deuda de más de 170 millones de pesos de cosas que se han ido pateando hacia adelante por una mala administración”
Pero Nuevo Encuentro sostiene que en realidad son “despidos masivos del macrista Tagliaferro, y que existe  persecución política a trabajadores y trabajadoras de la salud de los Centros de Atención Primaria del Municipio de Morón y de personal del área de economía, habilitaciones, compras y promotores”. A raíz de estos repudios, el partido Sabbattelista apostó fuerte, y convocó a una manifestación en la Plaza San Martín el pasado viernes 29 de Enero. La misma no contó con la concurrencia esperada : no llegaban a 500 personas las que se reunieron para escuchar, por ejemplo, a Hernán Sabbatella denunciar : " la persecución ideológica, la eliminación de las políticas de transparencia y los superpoderes que adquirió el intendente con la complicidad del massismo que le permiten realizar compras sin licitación, evadir los mecanismos de control, suspender contratos y obras públicas, y dañar la división de poderes”. Sumado a esto, anteriormente, la Concejal Florencia De Luca, había expresado, rebatiendo a Zapulla : "Despidieron gente que trabajaba en áreas sensibles como el sistema de salud, madres, padres, trabajadores y trabajadoras que cumplían con su tarea y que fueron perseguidos. Es una falta de respeto que Zapulla salga a hablar de la herencia cuando esta gente hasta ayer tenia trabajo y hoy no puede llevar el pan a su casa. Sería bueno que por lo menos tenga el coraje de recibir a los despedidos y darle una explicación". Incluso, le apuntaron a Tagliaferro con una infundada acusación de : "haberse aumentado el sueldo, y el de todos sus funcionarios". Fue así que el Intendente lo desmintió y dió por tierra con esas versiones, afirmando mediante un comunicado : "Frente a algunas versiones mal intencionadas aprovecho para ratificar que NO he aumentado mi sueldo. Mi salario sigue siendo exactamente el mismo que el del Intendente anterior aunque sin descuento para mi partido político". No están nada tranquilas las aguas, agitadas por una oposición que no se resigna a haber perdido el protagonismo y el apoyo que tuviera tiempo atrás, y que no supo conservar. Sin embargo, el nuevo gobierno tampoco la tiene fácil, y la toma de medidas y decisiones, no siempre son de sencilla implementación. 

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