Esta vez sorprendió el Gallo. Y no fue por el resultado, ya que se podía preveer un triunfo del dueño de casa, sino, por el alto nivel que mostró el equipo en todas sus líneas. Superó a Quilmes amplia y claramente, salvo, los dos o tres primeros minutos del partido, y algún que otro breve pasaje en el segundo tiempo. El Gallo se adueñó prontamente del control del partido, y el muy buen nivel que mostraron la mayoría de sus jugadores, le permitió poder mantener esa superioridad en prácticamente todo el partido. Con labores muy destacadas de Júnior Mendieta, y sobre todo, de Lapetina y Gastón González, del medio para adelante, Morón tuvo velocidad, desmarque, y buen armado de jugadas. También, la defensa estuvo acorde, con un muy buen debut del juvenil Bracamonte, con la firmeza de Perales y Mayola, que se sumó al muy buen momento de Bruno Galván. Donde estuvo la falla entonces, como para no ampliar la diferencia ?, en desperdiciar muchas jugadas que debieron terminar en gol, y todo, por el déficit que tiene este equipo y que ya es conocido : la poca capacidad de definición, traducida en una inobjetable falta de gol. Pumpido le pone mucha voluntad y se destaca en algunos aspectos, pero no logra cubrir la falta de contundencia que necesita el equipo. Innecesariamente, Morón sufrió un poco al final, pero se llevó este triunfo en forma súper merecida. Muy buena victoria, y gran actuación del equipo de la dupla Méndez-Pico, que le permite mirar el futuro con una mayor cuota de fe y optimismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario