viernes, 13 de marzo de 2015

Un complicado y cambiante Morón pudo sacar adelante un partido que le costó por demás

Se viene el cuarto gol. Ya quedó atrás el arquero visitante, y Altobelli, sin mas nada por delante que el arco, convertirá para desatar un festejo a full.  
Morón debía recibir a un equipo que venía sorprendiendo a propios y extraños. El hecho de que el humilde Riestra estuviera ahí, a un pasito de la punta, cuando hace un año estaba en la "D", le agregaba al partido un condimento especial. Entonces, la incógnita estaba en como le jugaría al Gallo, un grande del ascenso de verdad, si lo respetaría como tal, o si se atrevería a faltarle el respeto. Y no fue ni lo uno ni lo otro, al menos en el primer tiempo. Porque se fue ganando 2 x 1 al vestuario, pero sin necesitar demasiado, con tan solo un órden bastante bien ensamblado. Esto, gracias a los errores de un equipo que parecía estar en una tarde negra, y con muy poco de lo bueno que se había visto ante Brown en el clásico.  En el segundo tiempo, parecía que la cosa no iba a variar mucho.
Javier Pérez : cambió el partido. Revelación.
 Gerardo : la calidad que desequilibra.
FOTOS : Osvaldo Abades.
 Pero hubo algo que si, cambiaría el partido. Fue el ingreso del juvenil Javier Pérez, que con su movilidad, su decisión, les trajo todos los problemas juntos a los defensores de Riestra, que hasta allí pasaban una tarde sin grandes sobresaltos. Así, pudo dar vuelta el partido Morón, contagiado por el ímpetu juvenil del ingresado, logrando cambiar una honda preocupación en sus hinchas, por caras alegres y aplausos. Fue tanto el cambio, que el triunfo del Gallo no mereció la mínima discusión.


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