Los comercios : En los inicios, excepción hecha de las farmacias, y negocios de venta de alimentos, los comercios estaban con sus persianas bajas, en un 100%. Ese panorama se mantuvo durante bastante tiempo, hasta que de a poco, algo se fue flexibilizando. Primero los bancos, sujeto a una presión por necesidad que se convertía en insostenible. Luego, y ya, con situaciones de dificultades económicas extremas en los comercios, se comenzó, aunque en muy pocos rubros, y cumpliendo con un protocolo muy exigente, a a permitir cierta actividad, con afianzamiento de la novedad del Take away, y la modalidad delívery. También, comenzaron, la mayoría de las industrias. Que pasa, la cuarentena siguió y siguió, y la situación de la gran mayoría de los comerciantes pasó a ser insostenible, mas allá de alguna ayuda gubernamental, que a todas luces, es insuficiente, para tanto derrumbe económico. Hoy, con una demanda cada vez mas desesperada de los comerciantes, aunque en una forma muy parcial, los comercios en algunos otros rubros, fueron habilitados. Por eso, el panorama, hoy, es tan distinto, y se pueden apreciar comercios abiertos, en un estimado 80%, del rubro que sea. Lo que si, también, se ve mas, son comercios cerrados, y con cartel de "se alquila", lo que demuestra una debacle, que promete ser mas profunda. Evidentemente, no todos los abiertos estarían habilitados, y algunos han tomado la decisión de hacerlo por su cuenta. Eso si, la mayoría, o con persianas semi-bajas, o atendiendo sin ingreso al local, según el rubro. Y los que permiten el ingreso de clientes, en cantidad limitada.
- Así, Morón fue recobrando, aunque en forma parcial, su actividad, y ya no parece, ahora, tan lejano el momento de poder ingresar a lo que se llama, una nueva normalidad, pese a versiones que se repiten en estos días, que ante algún incremento importante de casos de infectados, se retroceda, se vuelva a alguna fase anterior, y se tornen mas estrictas las medidas de control y restricciones. Sin dudas, que esto, traería innumerables quejas, y un mal humor generalizado, que fue in crescendo, con cada período de alargamiento, de una cuarentena que se hizo mucho mas larga de lo que nadie hubiera esperado. Así, se han ido sumando voces, cuestionando, no a la cuarentena en si, sino, pidiendo poder trabajar, y sugiriendo aplicar una mayor y mas inteligente flexibilización.
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