La del domingo fue una jornada plena de emociones y rodeada de un clima de festejo y alborozo de la gente que apoya al nuevo Presidente y las políticas que ha prometido implementar. En un número realmente importante, los simpatizantes libertarios, mas otros ........ SIGUE > no tan identificados pero que apoyan los cambios anunciados, se dieron cita no solo frente al Congreso donde se llevó a cabo la jura de Javier Milei y la Vice-Presidente Victoria Villarruel, sino, a lo largo del trayecto que transcurre entre la Casa Rosada y el Congreso. Llegó el momento de los juramentos necesarios para que, formalmente, exista un nuevo Gobierno y un nuevo Presidente, destacándose el saludo fraterno con el ex-Presidente Mauricio Macri. Luego, llegó el momento del discurso, y las primeras palabras del nuevo mandatario, que eligió las escalinatas del Congreso frente a la gente, y no como habitualmente era hasta ahora, en el interior del Congreso, y ante los legisladores. En el escenario estuvieron en primera fila y a la derecha del presidente electo Zelensky, el armenio Vahagn Jachaturián, el chileno Gabriel Boric y el rey Felipe VI de España. Y a su izquierda el paraguayo Santiago Peña, el uruguayo Luis Lacalle, el ecuatoriano Daniel Noboa, Viktor Orban (Hungría) y el ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro.
"Hoy comienza una nueva era en Argentina, una era de paz y prosperidad, una era de crecimiento y desarrollo, una era de libertad y progreso", fueron las palabras de Javier Milei al comienzo de un discurso, que, sin embargo, mas adelante se volvería mas crudo y menos agradable. Al hablarle a la gente, con sus palabras, y tras arengar con una frase muy festejada : "Hemos decretado el fin de la noche populista", el Presidente trazó un panorama muy preocupante, apuntalado en una herencia, que el mismo calificó como la peor recibida por un Gobierno. En esta misma dirección se dirigió cuando reafirmó y se refirió al inevitable ajuste que se viene, al decir "El gobierno saliente nos dejó plantada una hiperinflación. No hay alternativa al ajuste”, y así como afirmó eso, también dijo que es inevitable y que tampoco "hay alternativa al shock". Todo basado, en una frase con la que varias veces trató de ser categórico ante la situación que se avecina : "No hay plata", repitió una vez mas. "En el corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo", añadió, intentando también, transmitir cierta cuota de optimismo y esperanza, cosa que reafirmó cuando expresó que “Habrá luz al final del túnel”.
Después vendría la jura de los Ministros que completan su gabinete, una ceremonia inter religiosa en la Catedral metropolitana, y como cierre una función de gala en el Teatro Colón. Así se cerró un vertiginoso e intenso día que quedará en la historia, al haber asumido un Presidente, que tuvo un camino no muy extenso en la política pero que lo llevara a ganar las elecciones y en el que muy pocos creían un año atrás. El mismo, que con su frase "¡Viva la libertad, carajo!", nunca dejó de confiar en si mismo, y la realidad demostró que razón no le faltaba. Ahora tendrá el gran desafío de no defraudar a ese 56% que lo eligió para que la Argentina cambie y entre en una nueva etapa, y camine hacia nuevos rumbos.
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