Un viaje el de Morón a Tucumán, que convendrá olvidar muy pronto. Porque, la verdad, esta vez, muy poco nada de positivo se puede rescatar. El equipo no tuvo nada que ver con ese que venía mostrando mejoras partido tras partido, y todo fue ......... SIGUE > esquivo para un Morón, al que no le salió nada. La superioridad de los tucumanos se vio en todo el partido (sobre todo en el primer tiempo) y Morón, nunca pudo entrar en partido. Y si había chances de que, a poco, lo pudiera ir logrando, el referí, con sus fallos, se encargó de que todo resultase aún mas fácil para los locales. Se detuvo así, la racha positiva de Morón en distintos aspectos, ya que llevaba 6 partidos sin perder, 4 victorias consecutivas, y 4 sin recibir goles en contra. Será cuestión, de como lo dijimos, olvidar pronto esos 90 minutos, y centrarse en el próximo rival, que es Témperley, un equipo que viene cumpliendo una muy buena campaña, y por eso, se encuentra peleando los puestos de arriba (marcha tercero). Es por eso, que el próximo cotejo a jugarse en Morón, adquiere una gran importancia para quedar relegado nuevamente, y se pueda mantener ahí, a pasitos nomás de los puestos de vanguardia. Si el Gallo recupera la memoria, y lo del domingo fue tan solo un paso en falso, eso será absolutamente posible.
El partido : Desde el mismo inicio del partido, los tucumanos salieron a llevarse por delante a Morón. Como ?. Con un intenso juego, presionando en todos los sectores, peleando cada pelota como si fuera la última, y con un llamativo despliegue, que, sinceramente, llamó la atención, y no es para nada habitual en el fútbol argentino. Por si esto fuera poco, el árbitro tuvo un papel fundamental, para que Morón no tuviera reacción y se vea desbordado en todos los 45 iniciales. Cobró un penal extremadamente dudoso, no cobrado habitualmente, y expulsó al jugador de Morón, Agustín Gómez, en una decisión exagerada, que el juyez compró ante la exageración del jugador tucumano (no fue la única). Mientras que a los jugadores locales, que siempre pusieron pierna fuerte, en la mayoría de las veces, ni los sancionó. Así se fue Morón a los vestuarios, sin entender muy bien, como debió sufrir esos 45 minutos, con todo en contra, con una diferencia de dos goles abajo, y con un jugador menos. La segunda mitad, tuvo otro trámite, porque San Martín, ya no fue el aluvión de la primera mitad, y Morón compartió el dominio mucho mas, pero así y todo, quedaron mas espacios para la contra de los locales, que varias veces pudieron haber abierto el marcador. Josué Ayala, con buenas intervenciones, y la displicencia de los delanteros tucumanos, lo impidieron. Morón tuvo alguna que otra aproximación, pero todo fue solo eso, aproximaciones (la mas clara en los pies de Berterame en el primer tiempo). Una tarde, sin Orosco ni Coronel, con actuaciones deficitarias : mal en defensa (excepto Adín y Ayala). Mal en el medio, Berterame no repitió, y Allione y Kubiszin no pesaron. Y arriba, nada, García desaparecido, y Rescaldani, muy desacertado. Los cambios poco cambiaron la situación (Salega se equivocó en todas), y así concluyó este viaje de Morón a Tucumán, que no aportó nada, y solo sirvió para dejar tres puntos, que debar queden en el olvido, mas que rápidamente.
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