El alejamiento : Fue sorpresivo ....para todos ?. Porque nada lo hacía preveer. No existía la mínima sospecha que podría existir la mínima posibilidad de que Lucas Bovaglio no continuaría en la conducción técnica del Deportivo Morón. Claro, esto, luego de la muy buena y mejorada imagen que....... SIGUE > dejó tras el partido en Santiago del Estero, y los dos ante Quilmes. Y una ida así, tan súbita como desconcertante, menos aún, de la forma en que se concretó, tan repentina y abrupta. Cuesta creer que no haya existido, al menos, alguna señal, una conversación previa, aunque fuera informal, con la gente que maneja el fútbol de la institución. Y aún siendo así, podría discutirse entonces, que quizás, se dejó estar mucho la situación, porque, las conversaciones para su continuidad, se debió haber comenzado con anterioridad. Si, puede ser, que se hayan confiado, quizás demasiado, y que la decisión del DT, también los haya sorprendido a ellos. De todos modos, queda claro, que la ida de Bovaglio no fue de la mejor manera, y la actitud del DT, tampoco fue la adecuada, ni la que se merecía la gente ni el club. Mas allá de que el propio Bovaglio asegurara que su alejamiento se debía a problemas personales (estaría muy enferma su madre), hay algo que ayudó a que su ida no fuera muy bien vista, y es que, en Córdoba se asegura que ya tiene todo arreglado para ser el nuevo entrenador de Instituto.
Así fue su paso por Morón : Muy criticado en varios momentos, en el último tramo, indudablemente, si, se ganó la aceptación del hincha. Ya, de entrada, cuando se lo trajo, había bastantes críticas, sobre todo por el desconocimiento, que había sobre su categoría para dirigir a Morón, respaldado por sus pocos antecedentes. Sin embargo, la campaña nunca fue mala, en algunos pasajes buena, y en otros, con muchas dudas, entre una y otra. Si algo caracterizó a Morón, a lo largo del torneo, fueron sus altibajos. Ganó buenos partidos, seguidos de buenas actuaciones (el mejor, ante Defensores en el Bajo Belgrano), pero también perdió otros, con actuaciones muy flojas, y también, otros en forma casi increíble (Instituto e Independiente Rivadavia en Morón). Hubo un momento bisagra, en el peor momento (venía de 6 partidos sin victorias), cuando muchos apostaban, ante Brown de Adrogué que si perdía, seguramente se tendría que ir, el equipo ganó, y a partir de ahí, pudo sumar buenos resultados, y su ida o posible ida, quedó en el olvido. También sobre el final, cuando realmente, Morón podía trear a lo mas alto, y llegar a la punta (en mas de un momento), gracias a partidos importantes ganados (Barracas Central), defeccionó en los partidos claves (Brown y Villa Dálmine), que lo volvían a retrasar. Hasta que llegó el momento de las definiciones, y ahí si, Morón sacó a relucir una personalidad, que hasta aquí no le habíamos visto. Obvio, no solo eso, sino, también tuvo que ver la incorporaciones de Orozco y Levato como titulares, y el cambio de planificación de Bovaglio de jugar con 2 delanteros (se le vino reclamando durante todo el torneo). Lo cierto es que se vio un Morón renovado, que tuvo triunfos notables (se destacó el 3-0 a Defensores de Belgrano), y que en Santiago del Estero logró el objetivo y clasificó. Luego, otra historia, los dos partidos con Quilmes. En ambos, Morón fue netamente superior, y no dejó dudas que demostrós er mas equipo que el cervecero. Debió haber ganado ambos cotejos, pero, en uno, el primero en Morón, perjudicado claramente por el árbitro, y en el otro, en Quilmes, por la falta de definición, y la lotería de los penales, no lo pudo lograr, algo que mereció largamente.
Los árbitros : Siempre, se cuestionan a los árbitros, y muchas veces, las cr´ticas provienen en un mismo partido, tanto de un rival como del otro, lo que demuestra que tiene su parte muy relativa. Se podría decir, por eso, que durante la mayor parte del torneo, los arbitrajes que dirigieron al Gallo, podrían considerarse como normales. Pero ya en una etapa mas avanzada, cerca de las definiciones, Morón fue netamente perjudicado. A tomar nota : Un claro penal ante Rafaela en Morón. Otros dos clarísimos penales, en Tandil, ante Santamarina. Todo esto, pudo ser decisivo para que Morón obtuviera un resultado mejor. Y ni hablar lo que fue el impresentable arbitraje de Herrera en Morón ante Quilmes, con innumerables situaciones que perjudicaron al Gallo, sobre todo, por un penal no cobrado que le cometieron a Levato, y la expulsión de Orozco.Los números del Morón de Bovaglio : El Gallo finalizó 4° en su zona, lo que le permitió calsificar para el reducido, y ya, con anterioridad, haber clasificado para la Copa Argentina (entraba hasta el 7°). Morón ganó 16 partidos, empató 5 y perdió 13, lo que demuestra los altibajos y la falta de equilibrio del equipo, ya que, curiosamente, estuvo entre los que mas ganaron, pero también entre los que mas perdieron. Esto fue el equivalente a un 51,96% de puntos (se diría, un término medio). No tuvo casi diferencia de gol, entre los logrados a favor y los goles en contra (36 a 34), lo que también demuestra que quizás faltó en algún momento, mayor afianzamiento como equipo. También, el saldo arrojó que su actuación fue mucho mas positiva de local, que de visitante (34 puntos contra 19). También fueron mejores sus primeros tiempos, con 55 puntos, contra los segundos tiempos (39 puntos), lo que demuestar una caída en su producción en los complementos. Los Goleadores : Zárate (9 goles). Gastón González (8 goles), Guaycochea (4 goles), Levato (2 goles), Orozco (2 goles), y el resto, todos con un gol. Todos estos números, sin contar los dos ante Quilmes que finalizaron igualados (1a1 de ida y 2 a 2 de vuelta).
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