La marcha : Una verdadera multitud se juntó anoche en Ramos Mejía, para exigir justicia por el cruel asesinato del kiosquero Roberto Sabo. Se esperaba mucha gente, viendo la indignación y bronca que este hecho había generado, no solo en los vecinos, sino, se podría decir, en toda la....... SIGUE > comunidad, sobre todo de la zona oeste. Fue así, que la gente se fue acercando, desde temprano al lugar del triste y condenable episodio, el kiosco ubicado sobre la Avenida de Mayo, donde el ahora detenido, el criminal Leonardo Suárez terminó cobardemente con la vida de Roberto. El kiosco permanecía cerrado , tapado completamente por carteles que dejaba la gente, con mensajes llenos de congoja y emoción. Cuando se acercó la hora de la convocatoria a la marcha, cerca de las 19 horas, la gente marchó los 300 metros hasta la esquina de la comisaría 2°, ubicada sobre la misma Avenida de Mayo, pero no pudieron llegar, porque el operativo policial, totalmente inaudito para la ocasión, habían colocado un vallado triple, en la misma esquina de la comisaría. Lo mismo se había hecho en la otra esquina, donde también se había juntado una gran cantidad de gente.
Incidentes : La gran cantidad de gente, de a miles, que se había juntado, de todos modos, intentaron llegar al frente de la seccional, y allí surgieron forcejeos con los policías que habían formado el cordón policial. Los gritos y reclamos, se hicieron cada vez mas fuertes, y los aplausos conmovieron cuando llegó al lugar Pedro Sabo, el padre de Roberto, visiblemente conmocionado. Los cánticos llenos de bronca, y también insultos, tuvieron como destinatarios a la Vice-Presidente Cristina Kirchner, al Gobernador Kicillof, al Intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y al Ministro de Seguridad, Sergio Berni. La presión de la multitud, allí juntada, parecía que algún momento iba a poder quebrar esas vallas y controles. Ahí surgió lo inesperado, y no menos condenable, la represión con gases lacrimógenos, que afectó a toda la multitud, a toda esa gente que estaba pugnando por pasar, entre los que se encontraban, quienes mas podrían sufrir eso,y eran numerosas familias con chicos. Se produjo un lógico descalabro, con el retroceso de los manifestantes, producto de los gases. Sin embargo, la gran mayoría de la gente no se fue, y continuó pidiendo a los gritos, y con cánticos, justicia para Roberto, y mas seguridad. Cuando todo pareció calmarse, un policía manoteó la bandera que tenía el nombre de Zaira Rodríguez, a quien mataron en un robo en noviembre de 2018 en Villa Ballester, y entonces volvió la bronca de la gente, que reaccionó y la recuperó, con el padre de Zaira, totalmente indignado, gritaba “La bandera de mi hija no la vas a tocar”, señalando al policía que la había intentado arrebatar. Siguió la tensión, pero la gente, pese a su brona y su indignación, se fue resignando a seguir con sus reclamos sin violencia, y a poco que se fueron retirando, no antes de las 21 horas, ya había dejado su mensaje : no se bancan mas tanta inseguridad y la inacción de un Gobierno, que parece no percibir tanto hartazgo de la gente, golpeada todos los días con nuevos casos de delitos, que muchas veces terminan de la peor manera, trágicamente, como este de Roberto.
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