Aquí revivimos textualmente, la nota con la que Morón Max cubrió ese gran día de celebración. Emociona releer y recordar todo lo que se vivió ese 6 de Junio inolvidable. Imperdible nota...... SIGUE >
Como empezar un comentario de un partido, cuando lo que menos importa, justamente, es el partido. Y como seguirlo, y como terminarlo. Es lógico, es obvio, como va a importar el partido, si por ese mismo partido hay un equipo que se consagra Campeón. Y además, logra el ascenso. Entonces, que destacar mas ?, que es lo que importa mas ? : y no hay dudas, lo que mas importa es la fiesta, esa fiesta extraordinaria, espectacular, ese festejo único, y quien sabe. irrepetible, que desató el hecho de lograr un Campeonato y el Ascenso. Y en este caso, para nosotros, tan especial, porque se trata de Deportivo Morón. Un grande que es grande de verdad, de categoría "A", indudablemente. Por la enorme de cantidad de gente que convoca, por su estadio, por su historia, y ahora, por su presente también. Si a todo eso le agregamos que hacía 27 años de la última vez que había salido Campeón, y que hacía 17, del descenso a la "B", permaneciendo todo ese tiempo, en una categoría que, a la vista de cualquiera, le quedaba chica, muy chica. Ahí se comprende porque pierde importancia comentar el partido.
- Y es así, la importancia del logro consumado nos roba espacio para hablar del partido. A pesar que este partido podía ya coronar la enorme campaña del Gallo, con 10 puntos de diferencia al segundo. A pesar del gran primer tiempo que jugó, con muy buen fútbol. A pesar que se vio a un equipo voraz, y agresivo, que salió del minuto uno por la gloria. A pesar de ese golazo espectacular del Rengo Díaz. A pesar del segundo gol del Bicho Rossi, tras gran jugada colectiva. A pesar de que merecía un tercer gol, que hubiera estado mas ajustado al desarrollo del partido. A pesar de todo eso, la lógica indica que lo que mas se merece destacar en el comentario es ese festejo emocionado y descontrolado a partir del mismo instante que sobrevino el pitazo final del árbitro Yamil Possi.
Y ahí, la descripción de lo que se vivió : los abrazos interminables de los jugadores. Y de los dirigentes. Y del cuerpo técnico, con un Walter Otta, que se llenó de lágrimas. También se vio al ídolo histórico, Damian Akerman, emocionado, pero mostrando una alegría extra, por haber conseguido lo que le faltaba : ser Campeón. También se vio al Presidente Alberto Meyer, exultante, y explicando a todos, porque el siempre confió, porque siempre aseguró que iba a ascender. Y las tribunas, con mas de 30.000 alamas que acompañaban y vibraron con los cánticos campeones, lanzando bengalas, y agitando banderas. Todo, para generar un marco y mil postales impecables, sobre lo que es un gran festejo. Porque no hubo incidentes, ni invasión de cancha, es decir, un comportamiento ejemplar. hasta la vuelta olímpica fue algo que se pudo disfrutar impecablemente.
Después, los festejos se trasladarían a los vestuarios, los jugadores, en un festejo mas íntimo. Y la gente, que se fue al centro de Morón, en la Plaza San Martín, colmada también por miles de hinchas que no querían que esa noche termine. Era esperable, vamos a ser sinceros, era esperable semejante festejo, era previsible toda esa alegría, se sabía que la euforia sería monumental. Como no se iba a saber, como no iba a ser previsible, si todo el mundo sabe de lo que es capaz de generar y conseguir Deportivo Morón, el Grande que vuelve, el Grande que recupera su lugar, el Grande que despertó, y quiere y tiene que ser Gigante. Honor y Gloria para todos los que, de una manera u otra, que aportando un poco mas, o un poco menos, tuvieron que ver con este logro memorable, que ya forma parte de la mejor y mas rica historia del Club.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario