Lo que dejó el paro : empresario del Oeste se animó y denunció amenazas y aprietes en sus comercios. Es el dueño de la cadena de supermercados "El Abastecedor". Contó por todo lo que pasó

Las amenazas y los aprietes fueron varios, y desde una semana antes del paro decretado por la CGT. Sin embargo, Jorge Munua, dueño de las cadenas "El Abastecedor" junto a sus empleados, no se dejó amedrentar, y la decisión fue "trabajamos".

El dueño de la cadena de supermercados "El Abastecedor", Jorge Munua, se animó a hacer lo que no todos, por miedo o temor a represalias, se animan a hacer : denunciar las amenazas y aprietes de que pueden ser objeto si su decisión es la de abrir las puertas de los comercios, y cometer el pecado de querer trabajar. "El Abastecedor" es una cadena de supermercados, muy conocida en el Oeste, que ha ha tenido un sostenido crecimiento durante los últimos años. Hoy cuenta con 11 sucursales a lo largo de una amplia zona del oeste, principalmente entre Castelar e Ituzaingó. Y eso significa generar fuentes de trabajo, unas 400, según el propio Jorge Munua, lo afirmara. Para este paro, el dueño de los supermercados, de acuerdo con sus propios empleados, había decidido abrir las puertas de los comercios y trabajar. Sin embargo, se encontraría en dificultades, ya que por esa decisión recibió amenazas y aprietes, lo mismo que los empleados y su propia familia, que querían trabajar. Los llamados se hicieron presentes, a modo de dura advertencia : "Durante toda la semana pasada me dijeron que si abría iban a romper todo, que pensara en mis hijos. Y que si abría iban a sacar a la gente y a los empleados de adentro". Incluso, entre otras cosas, se encontró con que le habían puesto pegamento en los candados de las entradas para imposibilitar el ingreso a los locales y, como se mostró en un video, tuvieron que usar sierras para poder entrar a los locales. Según explicó Munua, "los responsables son del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio (SEOCA)". Se declaró no tener posición política, y que lo que hacía lo hacía por convencimiento, y que fueron sus propios empleados los que lo motivaron a abrir los negocios : "ellos me dijeron : Jorge no podés aflojar. la gente quiere laburar. Tenemos un presentismo del 98% y, si hoy la empresa está funcionando, es gracias al apoyo de la gente, es mérito de la gente que me acompaña". Por eso abrió, aunque lo hizo con custodia policial, para no sufrir incidentes. Además, contó algunos otros detalles, como por ejemplo "Un chico vino a trabajar y tuvo que esconder la bicicleta para que no se la rompan". Todo en un clima de temor por las amenazas, sin embargo, Munua tuvo la valentía de reclamar y aseverar que todo esto era una locura, que no podían suceder mas estas cosas, y agregó : "mas allá de los transfugas estos (refiriéndose a los del sindicato), los comercios acá están todos amenazados, por eso no abren. Hablé con otros colegas y me dijeron "no podemos"". La misma actitud de amenazas y aprietes tuvo el Sindicato hacia las otras cadenas de supermercados de la zona, como Jumbo, Coto, Día, Disco, que no abrieron sus puertas. Pero hubo uno, hubo alguien que, esta vez, se cansó y no se dejó intimidar por las malas. Jorge Munua fue quien tuvo esa valorable decisión.