La victoria : En el partido jugado en Adrogué, no pasó mucho que digamos, ya que dentro de una paridad manifiesta, ninguno de los dos logró crear ni buen juego, ni muchas situaciones de gol. Pero Morón ganó, lo supo mantener, y la alegría viajó al oeste. Era una tarde tranquila, las defensas se imponían sobre las intenciones de las ofensivas, y eso generaba un trámite demasiado chato y aburrido. Sin embargo, Morón, supo encontrar un acierto muy productivo en una de sus figuras, la reciente incorporación, Mauricio Alonso, que las peleó todas. Le cometieron falta en el área, lo que ocasionó el penal que el Rengo Díaz no desperdiciaría, y transformaría en gol. De allí al final, fueron intentos vanos de Brown de llegar al empate. Cometió errores, casi siempre, en los últimos metros, lo que permitió el lucimiento de la otra figura de la cancha, el refuerzo que llegó de Argentinos Júniors, el uruguayo Sebastián Martínez. Morón, jamás perdió su solidez defensiva, que se sumó al buen andar en el medio de Lillo, redondearon una tarea convincente del Gallo, que sin lucir, supo sacar un resultado positivo, sin pasar grandes contratiempos.
Excelente saldo positivo : Muy buen triunfo de los de Walter Otta, que aporta mucha tranquilidad, en primer lugar. Y luego, se puede decir que el principal aporte es de confianza hacia el futuro, que ahora se ve de color esperanza. Y todo eso, sumado a todo lo que logró en esta sola fecha : escaparle y salir de la zona peligrosa del descenso. Ingresar, en contraposición, a la del reducido por el segundo ascenso, peleando ya, mucho mas arriba. Y como si fuera poco, la extra, y atención equipos grandes de la A, lograr la clasificación para la Copa Argentina.