Morón y los tucumanos redondearon un buen partido, sobre todo en el segundo tiempo, donde despertaron, y crearon muchas situaciones, como para ganarlo, tanto uno como el otro. Por eso el resultado fue justo. |
El Gallito necesitaba sumar de a tres, para salir de los empates, y en el oeste tenía una buena oportunidad ante el Santo Tucumano. Aunque, en realidad,este también necesitaba exactamente lo mismo, ya que venía de 4 empates en 5 partidos. Eso si, su condición de visitante, le permitiría mirar un empate con mejores ojos que el semifinalista de la Copa Argentina. Y el encuentro terminó en empate nomás, pero podría haber terminado también, con victoria de cualquiera de los dos. En el primer tiempo no hubo muchas emociones, el juego fue trabado y parejo, ya que ninguno de los dos encontró el camino de crear peligro cierto. En el complemento, fue todo diferente, y desde, casi, el mismo arranque : Gerardo Martínez metió una diagonal, sacándose a dos hombres de encima, y metió un espectacular derechazo que dejó sin chances al arquero tucumano. Go-la-zo, y a festejar (FOTO : Fabián Acuña).Ahí parecía que Morón bien podría convertirse en el dueño del partido, pero no. No pasó mucho, para que Sergio González pusiera la igualdad y emparejara las cosas. De allí al final, se vio un partido mas que interesante, con ocasiones de gol para ambos, que pudieron concretarse, tanto de un lado como del otro, pero que finalmente, los arqueros y la falta de definición pudieron mas, y las cosas terminaron en una igualdad justa. Por el resultado, ambos se pudieron sentir insatisfechos, pero por como jugaron, permite abrir una esperanza de obtener en partidos próximos, mejores resultados, con mas triunfos que empates.