A raíz de una protesta por el presunto secuestro de una niña en Ituzaingó, grupos de manifestantes protagonizaron choques con efectivos de la Policía bonaerense. La Policía reprimió a los manifestantes lanzando balas de goma y gases lacrimógenos. Descalzo acusa pero su gestión está muy cuestionada..
Según las versiones de algunos vecinos, gente del circo "Royal", instalado en la zona, en la calle Ratti, habría secuestrado o intentado secuestrar a una nena del barrio, lo que provocó el enojo de los vecinos. Según esas mismas versiones, indicaban que una empleada a cargo de la boletería (sería uno de los dueños del circo) intentó apropiarse de una menor de 4 años, mientras que otro grupo de vecinos afirman que en el circo hay una red de delincuentes que secuestra niños a la hora de la siesta. La primera reacción se había producido cuando un grupo de jóvenes ingresó al circo en la madrugada, donde robaron y causaron todo tipo de destrozos. Algunos grupos de vecinos, haciéndose eco de las versiones, volvieron a reunirse este jueves por la tarde, y volvieron a provocar incidentes, esta vez con un duro enfrentamiento con la Policía, que repremió con balas de goma y gases lacrimógenos. A todo esto, el Intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, realizó declaraciones por distintos medios, adjudicando que los hechos violentos fueron provocados, no por vecinos, sino por agitadores, aunque no pudiendo precisar su origen. Descalzo sostuvo que no se presentó ninguna denuncia contra el circo: "No hubo ninguna denuncia de secuestro. Alguien está fomentando este tipo de cosas", afirmó el Intendente, que además agregó que detrás de los incidentes hay "una mano negra", pero que no cree que “no vendría de la política”. Todo esto sucede en medio de un enfrentamiento entra el Intendente y la Provincia, ya que Descalzo había decidido, hace mas de 10 días, retirar las patrullas de la Policía Local. El motivo fue la defensa de un comisario, desplazado, e investigado por cobrar supuestos adicionales. De allí, que Descalzo se encuentra en un momento de debilidad al frente de su Gobierno. La conclusión es que todo es muy confuso, y no existe la confirmación de los secuestros y hechos denunciados. El saldo fue de destrozos varios, algunos importantes, ocho detenidos, entre ellos cuatro barras bravas del Club Ituzaingó, y algunos policías con heridas no muy importantes.
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